Daniel Manfredi, ex presidente de AVIABUE – Socio Gerente Rumbo Viajes

Me gusta lo que hago y lo hago con pasión”

Inquieto, analista y crítico de la política dentro del sector, Daniel Manfredi fue uno de los presidentes más representativos de AVIABUE. No deja de informarse y plantea la importancia del turismo y las agencias en nuestro país.

El negocio del turismo requiere un profundo conocimiento de cada ámbito del mismo. Estar al tanto de cada cargo jerárquico otorga un plus que no todos tienen.

 

Entre aquellos que han pasado por todos los sectores del turismo, se encuentra Daniel Manfredi que recuerda: “Comencé al principio como cadete en una agencia en la que había entrado por mi hermano que trabajaba allí.

 

En ese momento todo se basaba en una relación personal, el fax era un elemento muy importante en mi época y los pedidos de reserva al exterior los mandábamos vía Telex. En función de las comunicaciones que se iban desarrollando nos fuimos adaptando. Empecé a tener una relación con las diferentes compañías y agencias. Esas relaciones me abrieron diferentes puertas”.

Desde el año 1974, el socio gerente de Rumbo Viajes, se dedicó a analizar cada detalle para que el sector turístico se desarrolle de la mejor manera y es así que “Al cumplir los 21 años me decidí y con mi hermano pusimos nuestra propia agencia en la que actualmente sigo trabajando”. Se preocupa  por estar informado y de esta forma intentar mejorar cada día.

¿Cómo evolucionó el mercado turístico desde los 70 hasta la actualidad?

La evolución fue enorme. A partir del año 95 con Internet todo cambió. En ese momento éramos 3 agencias de viajes con Internet y con mail así que teníamos una ventaja sobre el resto. A mí siempre me interesó el tema del trasporte aéreo, como se controlaba y como se gestionaba. Uno evoluciona a medida que va adquiriendo conocimientos. Fui uno de los primeros en obtener la licencia en IATA.

¿Cuándo surgió la idea de ser presidente?

Con uno de mis mejores amigos dentro del sector, Marco Palacios, decidimos formar una lista para presentarnos en las elecciones de 1998 en AVIABUE. En ese momento ganamos y a partir de allí quedé muy ligado a la Asociación. Luego me presenté como presidente  para las elecciones del año 2000 y posterior a ello fui reelecto por otro mandato más dentro de la Asociación hasta septiembre del 2004. Continúo ligado a AVIABUE y formo parte de una agrupación que se llama “Compromiso de Gestión”. Siempre tenemos una mirada de lo que se hace y lo que no se hace, pero tenemos claro que lo más importante que tiene nuestro sector, son las instituciones.

¿Cuál fue el tema crucial que se trabajó durante tu presidencia?

Trabajamos muchos temas pero sin dudas que el más importante fue la baja en la comisiones de las agencias que propusieron las compañías aéreas. Cuando se dio la problemática de las comisiones nos opusimos a ello. Solicitamos una medida cautelar y logramos que la justicia nos diera lugar a que las compañías aéreas no pudieran bajar las comisiones.

 

Luego de un tiempo escribí la “Cronología de los Desencuentros” en donde se plasman notas que se publicaron, notas propias, actas que se trataban en la comisión directiva.

Además del conflicto de las comisiones, ¿cómo se vivió la crisis del 2001?

Tuvimos muchos inconvenientes en el año 2001. Empresas que desaparecieron del sector, socios que no podían pagar la cuota y se los debía ayudar para que pudieran seguir siendo parte de nuestra organización.

¿Qué se busca siendo presidente?

A mí me gusta charlar con mis pares, con mis compañeros dentro de este negocio. Al principio yo estaba muy callado pero atento de todo lo que se discutía dentro de la asociación. Allí me di cuenta de que yo estaba capacitado para formar parte de una dirigencia. Lo más importante es el respeto y el reconocimiento. La pauta de que hice las cosas bien fue cuanto me reeligieron en el 2002.

¿Cómo se definían los problemas a resolver?

Cuando estás en los puestos dirigenciales tenés que tratar los problemas que generen conflictos a muchas empresas. Había momentos que algunos venían en búsqueda de solucionar problemáticas personales y yo les dejaba claro que la asociación no estaba para solucionar el problema individual, sino el de todos los socios.

A pesar de todos los problemas, ¿se extraña estar allí?

Nosotros nos fuimos creyendo que hicimos una buena tarea. En algún momento me han ofrecido volver, pero no se trata de ocupar cargos por el simple hecho de estar. Si alguien quiere ser presidente de la institución debe tener ideas claras de mejorar y colaborar con el sector. Y algo importante es que ser presidente no es una tarea fácil porque requiere de invertir tiempo de su trabajo para estar al servicio de la organización. Sin embargo, me gusta lo que hago y lo hago con pasión.

Con tantas responsabilidades durante todos estos años, ¿pudiste viajar?

He viajado mucho por trabajo y siempre me dediqué a los temas aéreos. Viajes de placer hago generalmente uno o dos al año, pero hay que romper el mito de que el que tiene agencias de viaje lo hace para viajar. Habría que tener una vida para viajar y otra para trabajar.

¿La agencias seguirán creciendo?

Las agencias de viajes tienen que entender que el negocio principal ya ha dejado de ser solo el pasaje aéreo para ser un elemento más dentro de todo el conjunto. Tengo la percepción que se está complicando un poco con la gente más joven, que es más independiente y prefiere armarse su propio viaje; un día viajan con una agencia y al otro día tal vez eligen una propuesta diferente.

Edad: 57.

Estado Civil: Casado.

Un lugar en el mundo: Nueva York.

Restaurante: Los Cabildos de Buenos Aires.

Un Libro: Hombre Mediocre, de José Ingenieros

Un sitio turístico de Argentina: Mar del Plata, Mendoza y Salta.

Un deporte: Fútbol.

 


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